Han transcurrido dos años desde que Xavi Reixa emergiese al plano actual filtrándose por el resquicio más escabroso del sello Moonjune Records para mostrar los inquebrantables sonidos de la inamovible y alterada tierra a bordo de diez discursos que a modo colectivo le han servido para alcanzar la satisfacción plena, hallada en un formidable resultado cuyas expectativas concentraban a las nuevas asambleas de Jordis Serras i Fabras de la nueva era del periodismo musical, supuestamente especializado.
Y por su puesto, que por otra parte, otros factores acontecidos en este disco, congrega a los neo labradores de la masía de prog lovers, que veían en el sonido de la tierra la oportunidad de utilizar a Reija como exponente de referencia en la vanguardia del género por el hecho de Tony Levin ocupe su correspondiente vacante en este álbum, sin escatimar en la procedencia de uno de los músicos más sobresalientes de que los afortunadamente disponemos en este País, para que muchas castañas tengan que abandonar el fuego antes de tiempo, con la finalidad de generar excesiva saliva para facilitar un proceso digestivo en el que es preciso disponer de una dentadura extremadamente perfecta, y un estómago no solo hecho a prueba de fétidas bombas de carmesí estratégico para que el facundismo y su característica obesidad mental, contribuyan más cada día a que el arte sonoro, o el arte en general de excelsa propiedad y autoría sea gratamente devorado por el minifundio que se refleja en el mismo. Pero esta cuestión, cuanto menos es un simple secreto a berridas de osa parda en busca de su cría descarriada por las cumbres astur cántabras dentro de un relieve trazado en agrietada y amarillenta cartulina.
Lo cierto es que Reija no necesita de músicos de longeva experiencia y del peso de Tony Levin para esbozar y posteriormente engranar composiciones traducidas en sacrificio introspectivo avalado por el paso de numerosos años de rigurosa disciplina y constante experimentación percusiva.
En parte, los sobresalientes y satisfactorios resultados de esta obra se deben a la elección de un repertorio que fue llevado a cabo durante su proceso de elaboración en Agosto del año 2016 en la grabación que transcurrida en el Club House Studio de Rhineback de Nueva York, para finiquitar el proceso con la consecuente mezcla, dejada con toda confianza en manos del siempre magistral Jesús Rovira en La Casa Murada de Banyeres del Penedés, para que finalmente Álvaro Balañá masterizase la propuesta en Impact Mastering Lab, de Barcelona Y por otro lado, si evidentemente se dispone de los ingredientes justos y necesarios para que la conmoción de la fuera confluya con la propia inercia, de lo complejo surge la sencillez que marca notables diferencias estructuradas con el equilibrio propio de un Xavi Reija que expone con claridad el por qué es uno de los bateristas y compositores más prolíficos de la escena innovadora, y ya no solo en este país.
Como era de esperar en Reixa y sus bazas jugadas en equipo, el compromiso con el carácter profuso no puede faltar en la comedida adopción semi anárquica por la que oscilan ciertos segmentos ubicados en el transcurso de los diez temas que le dan forma a una producción más que redonda. No es nada fácil a priori intercambiar ciertos criterios y aspectos creativos o determinadas frases estructurales con la visión de un Levin, aunque cuando la elaboración de un producto muestra un exponente claro, preciso y de rigurosa claridad, la fluidez solo queda en manos del tempo preciso y la nota exacta.
La fragmentación de la pieza estrella y que le da título a la obra rebosa en sus cinco partes de puro temperamento que se fracciona en dosis de dinamismo centrífugo ligado de gratas progresiones o inclusive entre una amplia lista de recursos, la presencia de ciertos ostinatos que no pueden contrarrestar presencia a la imperiosa sencillez siempre presente y de procedencia muy compleja. No son muchas las diferencias entre el tema principal de la obra y el resto de canciones donde el criterio espontáneo y un espectro minimal confluyen con total elegancia a bordo de un esquema de la doctrina de las polirritmias ineludibles en cierto modo en el lenguaje de Xavi, como es el caso de: The Take Awalk, que sirve para poner el punto y final a una obra que incita a ser nuevamente escuchada en su integridad, como la misma sugiere, en la intimidad absoluta para huir del estrepitoso e insufrible ruido de una tierra desgraciadamente concebida para evitar todo aquello que huela a arte y sacrificio.
Junto con Reixa, el disco lo han hecho posible Tony Levin; Stick, bajo y contrabajo, Markus Reuter; Touch guitar y el imprescindible Dušan Jevtovič quien avista a la legua con su característica lectura todas las propuestas del inquieto Reixa.
The Sound Of Earth, trabajo discográfico imprescindible que en resumidas cuentas simboliza el estado de forma actual de la vanguardia Jazzy, experimental e introspectiva del que goza nuestro país, cuyos doctores y responsables de que tan magna plenitud no pueda ser mostrada en el escaparate del criterio en el hueco que por merito derecho propio le corresponde a la escena más vanguardista del cuarto arte, no logra noquear bajo ningún concepto las intentonas que se reflejan en propuestas discográficas de esta magnitud. Pero afortunadamente a músicos como Xavi no les hace falta la valoración de cualquier doctor del hospital universitario de San Lourdes para seguir trabajando en estas y otras muchas propuestas sonoras de diversa tendencia musical.
Luis Arnaldo Álvarez (Baterista y Locutor profesional independiente)
ArnaldoStudio Estudio de grabación profesional
Tfno: 606 52 80 64 (Grado - Asturias)
Sitio Web: