Parece que le ha cogido gusto el señor Carpenter, a componer música sin la tiranía de someterla a determinadas imágenes. Así que aquí llega su tercera entrega de "Lost Themes", con más inquietantes historias imaginarias. Para que el guionista y director de cada peli-tema seas tú. Él ahora se descarga responsabilidades y te las pasa a ti, sufrido lector. Un reto interesante.
Como ya es costumbre, su hijo Cody Carpenter y su ahijado Daniel Davies han ayudado al maestro en composición e interpretación de todo el contenido. Los mismos que lo defienden en directo. "Alive After Death" abre ésta sesión palomitera 80s. Aún recuerdo los maratones de terror en el cine del barrio. Primeros 80, sesiones hasta el amanecer, con una birra en una mano y un porro en la otra. Eso sí que era ciencia-ficción. Una distopia, la actual, que acepta muy bien la esencia Carpenter. La guitarra de Cody endurece y moderniza el entramado electrónico fílmico tan marca de la casa. Del mismo modo tenemos "Weeping Ghost", que salió como segundo single. Terror-Múnich Sound, Moroder inclusive, para un apocalipsis social perfectamente encubierto. Éste. No se aleja mucho de unos Tangerine Dream 90s, con marcada huella rítmica sobre clarividentes melodías. Pam Grier por el desierto rojo marciano armada hasta los dientes. Una fácil imagen que el cerebro aplica sin dificultad. Casi con melancolía made in Jarré, se convierte "Dripping Blood". De bonito sabor setentero y romántica avangelisada. Un trasfondo de drama clásico transmite "Dead Eyes", con una de ésas melodías tan fáciles como geniales. De esas que se le ocurren a Carpenter desde tiempo inmemorial. Compone sin complicarse la existencia. Y casi siempre le funciona.
En la triste sobriedad de "Vampire's Touch" tenemos otro ejemplo de sublime logro sin pretensiones. Aunque algo me dice que sus piezas son estudiadas y analizadas minuciosamente, para crear ésa falsa percepción de simplicidad. No es tal, pero las hace únicas. Electro-gótica en su máximo esplendor cinematográfico nos trae "Cemetery". Exuberante rítmica computarizada que insinúa acción e inquietante sucesión de imaginarios acontecimientos oscuros. Puro Carpenter-"Rescate en Nueva York" es "Skeleton" y su fiesta secuencial ochentera que ya hizo historia. No en vano fue el primer single extraído del álbum. Su guía nos da un paseo por el imaginario colectivo 80s, y aunque no lo vivieras, te transporta a ése tiempo con total fidelidad. Puede que éste tercer volumen sea el más trabajado, acertado y mejor recreado.
El espíritu Carpenter a plena potencia. Con el amargo sabor de la nostalgia en mi caso, al recordar aquellas sesiones oscuras en las salas de la época. Y si consigue eso, es que lo ha hecho bien. Muy bien. Ahora John Carpenter ya no tiene necesidad de hacer su clásico cine. Con salir a la calle ya estás inmerso en él. Y tiene su estilo.
J.J. IGLESIAS