Este guitarrista neoyorquino fue nombrado como "mejor guitarrista de blues al sur de Florida" por el New Times de Miami. La presagiosa revista USA Today comentaba: "Es una revelación descubrir el emocionante blues retro-eléctrico de este asombroso joven guitarrista". Con estas credenciales entra por la puerta de honor en Rockliquias.
Albert Castiglia nace en Nueva York en 1969. A los cinco años se traslada con su familia a Miami y a los siete comienza su formación musical con la guitarra. Con 21 años entra a formar parte de Miami Blues Authority. Al finalizar sus estudios universitarios trabaja durante cuatro años como investigador de los servicios sociales. En una de sus actuaciones en 1996 es descubierto por el "bluesman" Junior Wells que lo invita a su banda donde permanece hasta la muerte de Wells. Su siguiente singladura la localizamos en Chicago acompañando a la cantante de blues Sandra Hall. Su primer trabajo en solitario , "Burn", ve la luz en 2004. Dos años mas tarde graba un disco en directo, "The Bittersweet Sessions", junto al guitarrista Graham Wood Drout y publica su segundo disco "A Stone's Throw". En 2008 llega su tercera producción, "These Are the Days", con el que es nominado para un premio Blues Music por su canción , "Bad Year Blues". Su discografía se completa con ocho grabaciones mas, de momento.
Este "Wild and Free" hace el numero doce en la carrera del guitarrista Albert Castiglia. Grabado durante dos noches en el Funky Biscuit in Boca Raton en enero de 2020. Sus escuderos son Justine Tompkins (bajo, voz), Lewis Stephens (teclados) y Ephraim Lowell (batería). Como invitados tenemos al guitarrista Mike Zito en la versión que se marcan de Johnny Winter, "Too Much Seconal", y a John Ginty (teclados) en la cover del tejano albino y en "Loving Cup". Con el título de la grabación lo han clavado. Realmente es salvaje y libre. Con un "setlist" de once temas donde combina temas propios con versiones el estilo de Castiglia realmente incendiarias. Rock blues y rock´n´roll directo al hígado y sin miramientos. Hendrix, SRV y otras hachas guitarreras se ven reflejados en el espíritu musical de Albert. El excelente manejo del "wah wah"y de toda la pirotécnica guitarrea hacen de este disco un trabajo de alta graduación. Es difícil destacar algún tema pero podemos resaltar el poderoso riff de "Hoodoo on Me", la brutal versión del "Loving Cup" de Paul Butterfield o el instrumental "Boogie Funk", con el que finalizan una noche de infarto.
J.C.Miñana
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