Decir que el baterista Carmine Appice es el alma de King Kobra es una obviedad. No solamente es el fundador del conjunto, ya que también ha sido el único miembro que ha estado durante todas las encarnaciones del mismo, desde Ready To Strike (1985) hasta este II. Una banda que, por otra parte, ha tenido sus personales travesías por diversos desiertos, convirtiéndose a la postre en un río que aparece y desaparece por medio de diferentes etapas en activo: primero la del 85 y 86 de sus dos primeros álbumes, luego la transformación en sus filas para ese III del 88, la desaparición de algo más de una década, el regreso que significó Hollywood Trash (2001), otro hiato y la vuelta –¿definitiva?– en 2011 y ese CD epónimo. Ha costado lo suyo, qué duda cabe.
Tal vez lo más interesante de las dos últimas grabaciones en larga duración del quinteto es saber que, a excepción de su vocalista, el resto del combo es el mismo que tomase al asalto la escena con sus dos iniciales elepés. Appice está aquí, claro, al igual que Johnny Rod, Mick Sweda y Dave Henzerling (el que antaño firmase bajo el nombre artístico de David Michael-Philips). ¿Y el cantante que ha tomado el puesto de Mark Free en esta revalida? Paul Shortino, ex Rough Cutt, ex The Cutt, ex Quiet Riot, ex Bad Boyz, etcétera, etcétera. Un profesional como la copa de un pino que ya demostró en el disco anterior que, si los primeros King Kobra se habían encaminado en los 80 hacia el adult oriented rock y el hard melódico, la última versión de ellos apostaba por el hard rock sin concesiones.
Por tanto, si la cosa es que la electricidad nos pegue sus buenas y placenteras descargas de crudeza y realismo rock, “Hell On Wheels” o “Knock ‘Em Dead” están ahí para cumplir con su cometido. “Take Me Back” es la balada bluesy que Aerosmith no supo encontrar para su Music From Another Dimension! y “Have A Good Time” parece querer rememorar los días en que Carmine era la mano derecha de Roderick David "Rod" Stewart. Uno de los discos subrayables en 2013 dentro del rock duro.
por Sergio Guillén