La semana pasada traíamos al británico Ron Berry, un artesano de sus propios sintetizadores. Hoy hacemos lo mismo con un norteamericano, Robert Mason. Un músico formado en Julliard School y Princeton Electronic Music Center, así que altamente cualificado en ambos menesteres, música y tecnología. Como la Expanding Head Band y su monstruoso T.O.N.T.O. (The Original New Timbral Orchestra), o Silver Apples y su Simeon, Mason creó su propio prototipo, el Stardrive. Ideado desde la frustración que le producían los sintes monofónicos, hizo su propio polifónico a partir de piezas de un ARP 2500, un EMS Synthi A y un VCS-3. Esto por la parte que se conoce.
Como no podía ser de otro modo, el modular sonaba de una forma característica. Estamos en 1973 y su fichaje por Elektra tiene sentido, habiendo sido especialistas en space age late 60s. Algo de eso habrá en "Intergalactic Trot". En plena fiebre sci-fi 70s, ésa estética, el moogexploitation 60s, funk, jazz rock y prog van a darle el juego que necesita. Para ello cuenta con banda, y no son cualquiera. Stephen Gadd (batería) o Michael Brecker (soprano / tenor saxos) entre los nombres VIP. Jamie Austria (bajo), Bruce Ditmas (percusión) y Harvey Sarch (guitarra), completan Stardrive-banda."Rushes" abre como si de un disco de Zappa de ésa época se tratara, solo espero al bigotón dándole a su Gibson SG. Mientras que el toque de Mason se asemeja a aquel George Duke. Jazz rock de dominio teclístico con un sonido propio. Ídem para un "Strawberry Fields Forever" (una de mis favoritas de Beatles), en space age modo al estilo de Mort Garson ("Zodiac" fue edición Elektra). El trasto hay que reconocer que suena de maravilla, pleno de sonidos y efectos futuristas para 1973. "Stardrive" (9'45) nos devuelve a la bipolaridad jazz rock, con teclados solistas. Más cerca de Deodato que de Chick Corea, el funk es otro elemento que gusta en ésta magnífica banda. Todo ello forma un potente estilo deudor del momento, y que el tiempo ha tratado estupendamente. Mason es un teclista de nivel, y su pirotecnia virtuosa está fuera de toda duda. Muy emparentado en sus formas con Roger Powell (Utopia) en su "Air Pocket".
Vuelta a la tortilla vinílica , y "Dr. Tándem (Takes a Ride)" retoma el space age como si fuera una sintonía de serie televisiva 60s, tipo "Thunderbirds". El soul & funk siempre presente en los gustos del líder. Y "Want to Take You Higher", el clásico de Sly & The Family Stone, se reinventa pasado por la maquinaria Stardrive. Apabullante trabajo rítmico, alguna guitarra, (no se prodiga en exceso, manda la electrónica), y Michael Brecker en su salsa. Lo prog está en todo el álbum, de un modo u otro. Pero en temas como "Everything At Once" (6'15) destaca más, por sus melodías elegantes y complejo adorno cibernético, a la vez que sentimental. Piensa en Grits, Maelstrom o Muffins aquí. Finalmente, "Intergalactic Trot" ((9'00) vuelve a sonar al Zappa de "Apostrophe" o "One Size Fits All", pero con el liderazgo de un teclista extraordinario, que no reniega de momentos experimentales, dentro de un marco espectacular. En esos momentos, pioneros como Beaver & Krause, Raymond Scott, Mort Garson, Dick Hyman o Mike Melvoin son homenajeados. En conjunción con rasgos más de un Keith Emerson. La banda se luce por su lado, en un fin de fiesta verdaderamente apoteósico.
Poco más se supo de Robert Mason, salvo que editó un segundo, "Stardrive", al año siguiente. No muy diferente a éste primero. Y que fue invitado como sintetizador del "Mirror Image" (1974) de Blood, Sweat & Tears. En cuanto al cacharro, el Stardrive, tal vez aparezca algún día en un destartalado y polvoriento desván, como pasto de buitres tipo los del programa American Pickers! (Buscadores de Tesoros). Çest la vie.
J.J. IGLESIAS