Si en el RPI los nombres más icónicos en que basaron su sonido serían, a grandes rasgos, ELP y Jethro Tull, en el USA prog 70s se decantaron más por Yes, Gentle Giant o Genesis (aunque de todo hubo). Es el caso de los de Greensboro, North Carolina, Fifth Species.
Formados en 2016 y con un EP homónimo ése mismo año, son un trío compuesto por Jeremy Reiser (teclados, guitarra, batería, percusión, voz), Rob Reiser (guitarras, voz) y Kristen Stevenson (bajo, clarinete, voz). La estela indeleble de los hermanos Shulman queda patente en los hermanos Reiser. Y su "Life in the Punch Line" del 2018, se convierte en una agradable sorpresa revisionista de nuestros días. Fifth Species recupera la tradición sonora norteamericana de ilustres olvidados como Yezda Urfa, Hands, Pentwater, Mirthrandir o Netherworld. Lo que siempre es bienvenido a nuestros círculos.
Así, en "Presage" (6'18) instantáneamente entramos en el reino perdido del Gigante Gentil, con sus ritmos sincopados y clavinet característico. Voces afirmativas y densidad progresiva USA 70s de la más pura tradición. Guitarra Howe y ambientación proggy-medieval, con cada hueco bien cubierto por el líder multiinstrumentista, Jeremy Reiser. La rítmica es compleja, el Hammond eficaz y el tema maravilloso. "Open" (6'08) es otra golosina atemporal, directamente heredera de Starcastle o Infinity. Lo que es llevarse el planteamiento Yes al sonido progresivo americano de toda la vida. Sin perder ésas síncopas del Gigante, que eso sí, lo llevan bien marcado a fuego en los genes. Los juegos rítmicos embelesan, y su sentido melódico te atrapa sin remedio.
El Rhodes juega importante papel en "Lines" (5'53), llevando la estrategia hacia ése "Canterbury alternativo" USA del que tan bien andan surtidos. Curioso, porque el estribillo recuerda a los gloriosos días de Supertramp, pero con complejidad Premium. Vuelven las hondas pisadas del Gigante Bonachón, ahora con la voz femenina de la bajista Kristen Stevenson, en "Second Home" (6'18). Con piano Wakeman y bajo Squire, el manto afirmativo es ineludible. La conjunción vocal chico-chica recuerda poderosamente a las de Squire-Anderson, con una resolución de guitarra realmente bonita. Más herencia Shulman bros nos trae "Blind Hope" (6'12), colocando a Fifth Species entre los últimos recogedores del testigo que ya desempolvaron antes Echolyn, Advent, Spock's Beard o Magellan.
"City Apart"(5'47) vuelve a los Starcastle de "Fountains of Light" y hasta Zoldar & Clark. "Disparity" (4'50) usa clarinete en ésa simbiosis Canterbury-Giant de efecto maravilloso-Lewis Carroll, algo necesario, fantástico, sublime. Y el Hammond wakemaníaco reafirma lo dicho. Si, esto concluye en puro Yes feel. "Elegy" (3'12) termina el álbum con reminiscencias Camel, aportando otra pequeña joya a éste cofre inesperado.
Creo que éste preciado disco ni existe en formato físico, siendo una anomalía más de éstos dudosos y surrealistas tiempos. Lo que clama al cielo y al Olimpo de los Sagrados Dioses Progresivos.
J.J. IGLESIAS