Algún día se hablará del prog norteño de éste siglo como del italiano o alemán de los 70. Los auténticos salvadores del género sin ninguna duda. Hoy traemos el segundo de Gentle Knife, banda de Noruega que bien podríamos definir como una "big band prog". Diez músicos (que me niego a nombrar), que ponen toda su energía y saber hacer a favor de un bien común, la música de su banda. Sin egos ni nombres rimbombantes. Flautas, saxos, gaita, fliscorno, viola e instrumentos convencionales de rock, son el núcleo creativo de Gentle Knife. Compacto conglomerado que rebosa sentido serio de la música.
El "Prelude Incipit" (3'21) sitúa a los noruegos cerca de una banda sonora o música contemporánea de descriptiva nostalgia. Trompeta y piano tocan la fibra sensible a extremos cercanos a una producción de ECM.
"The Clock Unwound" (15'56) entra como un ariete normando, recordando a nombres sagrados de paisanos de los 90. Torrencial ejercicio progresivo, de sintes analógicos dominantes y brumosa aura escandinava. Eso no les hace perder intensidad emocional ni drásticos arreglos de imaginativa elocuente. Hay voz solista chico-chica, guitarras de arranques cuasi-metal (no asustarse, que no cunda el pánico) y laberintos melódicos de espectacular elegancia hard prog. Con un sentido del misterio más que atrayente. Tanto, que termina de modo crimsoniano a la vieja usanza. Mellotron, acústica y travesera nos traen "Fade Away" (7'23), belleza de vocal bipolar, con etéreos ritmos floydianos y flauta a la Ian McDonald. Un necesario break insufla caña Moog wakemana y cambios constantes, a cual más sugerente y bonito. Es una banda que gusta de jugar a los contrastes y le sale siempre bien. La potencia de "Smother" (8'48) anda pareja al neo prog actual de Arena o Magenta. Pero también a aquellas olvidadas bandas escandinavas de primeros 2000 del sello Progress : Brighteye Brison, Cross, Liquid Scarlet, Grand Stand, Spektrum.....Con el añadido jazzy de la trompeta, que no deja indiferente.
Un juego de guitarras a la Pat Metheny introducen "Plans Askew" (9'21). Que sin embargo conserva un poso campestre Canterbury-psych, entre Kevin Ayers-Caravan (ésa flauta...), que enamora y conquista en el acto. El saxo aporta una sensibilidad propia de John Anthony Heliwell en Supertramp. Es una pieza realmente destacable y original. Sin respiros, entra la final "Resignation" (10'16), en otro arrebato de sincero homenaje al primer King Crimson.
La pluralidad y cromatismo sonoro de Gentle Knife facilita que sea una completa y polihédrica banda. Plena de estilos progresivos muy bien conjugados y de resolución sobresaliente. Exquisitos.
J.J. IGLESIAS