El porqué unas bandas ya viejunas consiguieron agarrarse al vagón de la NWOBHM y otras no, es un misterio digno de revistas como "Año Cero" o "Enigmas". Lo normal hubiera sido que Magnum apareciera (tenían todos los boletos), en nuestro spin-off "Los Otros". Como unos veteranos se metieron en el bolsillo a unos "jovenzanos piojosos desaliñados" (yo el primero), como los llamaba el periodista Chris Welch, fue un triunfo del buen gusto.
Desde Birmingham y por sendas prog, Tony Clarkin (guitarra, compositor Supremo) y Boy Catley (Sumo Hacedor de la Voz), formaron Magnum en 1972. Un amago de contrato con single incluido, salió en CBS en 1975. En 1977 telonean el UK Tour del "Sin After Sin" de Judas Priest, sin contrato discográfico ni ná. Éste llegará por parte de Jet Records, y "Kingdom of Madness" aparecerá en 1978. Buenas críticas traen buena compañía. Giran con David Coverdale's Whitesnake. Leo Lyons (Ten Years After) produce "Magnum II" (1979) y acompañan a Blue Oyster Cult. Su progresismo se endurece hasta crear un british Pomp bastante único.
El live "Marauder" (1980) es un buen reflejo de su constante actividad de directo. Humildes y currantes, abren el primer tour promo de Def Leppard para su "On Through the Night". Apariciones exitosas en Reading y más apoyos, ahora a Tygers of Pan Tang en el "Spellbound" UK Tour. Jeff Glixman (Kansas) se hará con los controles para "Chase the Dragon" (1982), con la primera portada (de muchas) dibujada por Rodney Matthews, un fijo a partir de ahora. Las giras son constantes, Krokus, Ozzy Osbourne....Y lanzamiento de "The Eleventh Hour" (1983).
Ahora con la ayuda de Robin George en directo. En el 84 fichan por FM Records para un sólo disco, y editan su piedra angular, "On a Storyteller's Night". Una obra maestra que pone el mundo a sus pies. Por lo menos en el Monsters of Rock '85, junto a Bon Jovi, Marillion, Metallica y ZZ Top. Polydor atrapa a la banda y la pone en manos del batería de Queen, Roger Taylor. El resultado será "Vigilante", al año siguiente. Un disco para mi, mágico. Tiene algo. No está a la majestuosa altura del anterior, pero es un disco más actual. Hay frescura y nuevos aires. Ni siquiera la maravillosa portada pertenece a Matthews. Tiene una estética más AOR. En todo. Perdonemos la típica producción 80s de Dave Richards, y sus inevitables "baterías hinchadas". La prístina digital hace maravillas en composiciones como la inicial "Lonely Night". Mark Stanway (teclados de oro) sustituye al original Richard Bayley hace tiempo, y equilibra al 50% junto a Clarkin. Mickey Barker se ha quedado con el kit percusivo, después de varios pretendientes a ese trono. Y Wally Lowe sigue al bajo desde el comienzo.
"Need a Lot of Love" es una preciosa canción que eleva lo comercial a la categoría de arte. Este tema me lo imagino hasta por Demis Roussos. Y quedaría bien. Está enlazada con la Hi-Tech funk de "Sometime Love", que hasta el Peter Gabriel de "So" se hubiera apuntado a escribir. Era el momento. Y el mismo año. Otra joyica viene con "Midnight (You Won't Be Sleeping)", y siguiendo por la misma senda, los Génesis de ese año también la hubieran incluido gustosos en "Invisible Touch". Aunque el hortera de Phil Collins seguro que alguna cagada le hace.....
Pero esto es Magnum, y con el hard rocker "Red on the Highway" nos recuerdan quién está al mando del control artístico. Con la misma energía que el "A Kind of Magic" (1986) de Queen. Los temarracos se siguen sucediendo en la cara B inmisericordes. "Holy Rider" es imbatible para el directo. Mi favorita del disco es "When the World Comes Down", (título de actualidad, apunto). Es el epítome Pomp de Magnum, y su fabricante de emociones, el grandioso Bob Catley. Está canción inspira más nobleza que todas las monarquías existentes en la galaxia. Un himno eterno.
"Vigilante", otro puñetazo AOR en la mandíbula de todo el ñoñipop synth que arrasaba las ondas. Un triunfo más.
Por cierto que la intro secuenciada de la final "Back Street Kid" , casi da un susto. Pero no, es más gloria Magnum de la mano de su Majestad, Tony Clarkin, AUTOR de toda la música y letras. Es un sobrao, éste hombre.
"Vigilante" igual no es el mejor disco de Magnum, pero sí mi favorito. Es como un diario de una época muy feliz en mi vida. Y es de agradecido recordarlo como se merece. Después vendrían más discos, altibajos, hiatus, bandas paralelas y muy dignos trabajos en la actualidad.
Magnum se ganó a los "jóvenes piojosos desaliñados" porque hacían CANCIONES. Tan simple. Tan difícil.
J.J. IGLESIAS