Algo atípico lo que hoy rescatamos. Un grupo de estudiantes que tuvieron como proyecto de fin de curso en la high school, grabar un álbum. Y les salió más que apañada, la faena. Wisconsin, 1974. Presentación final de "los deberes" y edición de 500 copias, imagino que con patrocinio universitario. Que se distribuyeron entre compañeros de clase y amigos. Hoy es un Grial coleccionista dentro del inframundo de las oscuridades psych rock (con prog moves). Así que en su escucha hay que tener en cuenta que fueron tan "grupo", como lo que duró el curso. Thomas S. Henry, Bob Maloney, Doug Lemirande, Henry Erkelenz y Laura Sekeefer. Ignoro qué instrumento tocaba cada uno. Pero vaya clase que se gastaban los chavales. Imagino que se llevaron el sobresaliente.
"You Can't Come In" (5'40) atrapaba limpieza de sonido grupal, con una sección rítmica-lanzadera para una guitarra solista finísima. En desarrollos cuasi-jazzy-hendrixianos. Frank Marino toma ése rol a veces! Imagina el magnetismo rural encantador de Highway o White Summer. Prosigue el encandile jam, ahora con wah wah agregada, en "African Boogie" (4'29). Algo de funk como condimento y un ritmo tan acaparador de atención como la exquisita lead guitar. En "Golden Valley" (3'53) el ritmo introductorio de bajo parece el "Don't Be Cruel", pero el cambio psicodélico es inminente y afortunado. Es la primera con voz, de chico-chica y cercanías estilísticas con Sapphire Thinkers o Jefferson Airplane. Agilidad y fluidez instrumental con micro-guiños a Hendrix.
Vuelta de cara, (imagino....yo tengo el CD, que ya es bastante!), y "Blue Bird" (4'04) exhibe su característico estilo de elegancia melódica. Porque resulta que lo tienen. Realmente parecen una banda cohesionada y formada hace unos años. Aquí podemos hablar de rock progresivo de facto, con muy buenos cambios y sutiles texturas. "Eyes of the Raven" (4'30) tiene voz solista masculina destacable, no suenan amateur ni de coña. Con ensoñadores arpegios jazz en un contexto psych de espectacular artesanía. Piensa en Jerry García y no te irás mucho. Otra composición ácida de fértil imaginación. Vuelve el feel Hendrix sin llevarlo al límite, en "Arabian Style" (5'50). Finura West Coast de sibarita gusto y arabescos a la John Cipollina, en instrumental convención lisérgica.
Maravilla anónima en suma, de ésas que se quedaron olvidadas en la cuneta de la historia. De hecho resulta un milagro que podamos estar hablando de algo que surgió como un efímero proyecto escolar. Sobrevivió por su propio peso.
J.J. IGLESIAS