Hacemos como una segunda parte de la reseña del lunes. Mismo sello, mismo productor, el sintetista Larry Fast y una portada deudora de "Cords". Pero ahora con la banda canadiense, FM. Sin relación con los británicos 80s. Éstos se formaron en 1976 en Toronto y editaron su debut, "Black Noise", en 1977. "Direct to Disc" (78) y "Surveillance" (79) fueron los siguientes. Hasta llegar al cuarto, "City of Fear". Con Cameron Hawkins (voz solista, sintetizadores, bajo y letrista), como claro líder tras algunos cambios. También el estilo toma ligeros retoques. Acortando los temas a una media de 4-5 minutos y flirteando entre el pomp y el art rock.
Martín Deller era el batería y Ben Mink el guitarrista, violín y voz. Éste último aparece en algún disco de Rush, así como en el álbum en solitario de Geddy Lee.
La inicial "Krakow" tenía similar orientación Asia......Claro que FM se les adelanta en un par de años. Buenos son los canadienses para éstas cosas.
En "Power" también van por delante de los Rush de "Signals" en intenciones art. El batería es tremendo, los teclados omnipresentes y el guitarra-violin (nunca sabes qué es exactamente!), un tipo que deja huella en el particular sonido de la banda. El bajo del líder se muestra como tal en "Truth of Consequences", de imaginativa escritura y composición macartneyana, que ahora torna a ramalazos Max Webster. Ésto último, la friked no identificada, la llevan en su adn sin llegar a marcianezes extremas.
En "Lost and Found" tenemos otro ejemplo de ésa extraña forma de entender el pomp. Son muy personales. En "City of Fear" vuelven a sonar a Asia antes de que éstos existan. Hasta Hawkins tiene ciertos tonos vocales de Wetton. Mientras que en la parte instrumental andan muy cerca de Saga.
Para el otro lado vinílico, la apertura de sinte es muy Jobson en "Surface to Air". De preciosistas arreglos teclas-ritmo. Es uno de los cortes más proggy del lote. Sensacional.
El violín eléctrico hace de guitarra rítmica en la entrada de "Up to You", y también de solista! Con parecidos a ilustres desconocidos como Private Lightning, Zazu o los más radiados, (no aquí!), Shooting Star. Otra gema a valorar. "Silence" recupera pellizcos Rush. Desde su intro a su (leve) revestimiento reggae-pop. Puro art rock de manual en sentido literal. Y tercer golazo. "Riding the Thunder" recupera rugosidad raruna a la Kim Mitchell, en ése tipo de hard rock extraño tan suyo. Incluso en la voz se parece. Bizarre hard de bombástica bofetada sónica.
La final "Nobody at all" cierra en modo balada mercuryana con piano protagonista y reminiscencias Gary Wright/John Miles. Es la única del disco en que Robby Steinhardt planea como musa. Y con ésta bella rola, consiguen la manita. Una primera cara de notable y una segunda de claro 10. Bueno, para algunos no tan claro. Un álbum no muy comprendido (que se lo digan a los de Progarchives!) y que resume muy bien el sonido art-pomp-prog de Canadá.
Fue su último álbum hasta 1985. Ha habido parones y varias reuniones, y parece que en la actualidad continúan con el eterno liderazgo siempre de Cameron Hawkins. Una banda que siempre da confianza.
J.J. IGLESIAS