Si la semana pasada tocábamos a Baumann/Thierfeld como buen ejemplo de Berlín School con batería orgánica, continuamos hoy por ésa senda con el "Characters" de Bernd Kistenmacher y Harald Grosskopf. El primero, un notable sintetista berlinés, que cogió el testigo de la tradición electrónica de su ciudad, con una trilogía de cassettes del 84 al 86.
El segundo, batería- sintetista legendario por sus colaboraciones con Wallenstein, Cosmic Jokers, Klaus Schulze o Ashra. Además de su propia carrera en solitario.
En 1991 se encierran en Sonic System Tonstudio para grabar éste álbum como dúo. Que comenzaba en pura línea Ashra, con el tema "Below Landing Path" (11'24). Música berlinesa adaptada a los tiempos. Que entra bien al oído y consigue melodías de orientación progresiva, pero sin el marcado factor experimental de los 70. La conjunción secuenciador-bateria es matemática, precisa y envolvente. Kistenmacher es un imaginativo activador sensorial. Con la guitarra de Lutz Ulbrich y/o Manuel Gottsching esto sería parte de "Correlations" o "Belle Alliance" sin ninguna duda. Lleva tanto colorido sonoro como su portada (creada por el mismo Harald Grosskopf).
Un fader ascendente nos adentra en "Letter For Caroline" (9'47) en un entretejido rítmico computerizado y orgánico. Sonido biomecanoide. No exento de melodía sincopada y cierta cadencia experimental. El Klaus Schulze de su alter ego, Richard Wahnfried, podría ser un buen referente. Incluso Mike Oldfield de "Platinum". Repetición en constante cambio y metamorfosis rítmica que hipnotiza y se vuelve adictiva.
Traspasamos un portal Stargate y nos encontramos con "Beautiful Moments" (10'14). Onirismo digno de otros tiempos de antaño, nebulosas en perezosa lentitud cósmica que masajean el cerebro y lubrican la imaginación. Percusión tribal, con cierto recuerdo a Popol Vuh, que van dejando paso al estilo propio de Kistenmacher/Grosskopf. La electrónica rítmica adquiere protagonismo melódico, un rasgo característico de éste álbum. Y, en efecto, alcanza cumbres con "Bellos Momentos" para recrear una postal steampunk. El solo de sintetizador rinde tributo al Klaus Schulze de ésos días, otro que estaba progresando con interesantes logros.
"Four Four on the Floor" (14'38) adquiere misteriosa atmósfera ingrávida, casi como un choque de galaxias entre "Atem" y "Zeit". Analogía vintage para una puesta en escena clásica berlinesa. Que va a cambiar radical hacia aquel presente, mostrando la evolución del género en una muy completa pieza. Los graves hacen su función de bajista a la perfección. Y los soleados de sinte se disparan en todas direcciones astrales posibles. Incluso cerca del funk, donde recuerdan en más de una ocasión a Giorgio Moroder cuando se pone serio. Otro corte atrayente, bien construido y con vida propia.
Especial final requiere "Timpany Impressions" (12'21), demostrando una vez más su capacidad de sorpresa cuando construyen ambientes de tensión experimental dark. Mágico juego de timbales por parte de Grosskopf con un fondo oscurantista sintetizado digno de un joven Edgar Froese. Kistenmacher conoce bien el oficio. Probablemente es mi pieza favorita de un álbum que lo tiene todo estudiado para entusiasmar al seguidor de la Berlín School. Un acierto pleno.
J.J.IGLESIAS