Era este disco de Lenna Kuurmaa militando junto al conjunto Moonland –tal vez idea personal de Alessandro Del Vecchio pues, aunque ella es compositora, en este trabajo no firma ninguna de las piezas; mientras él, fijo de la casa Frontiers, se encarga de la mayoría– un más que buen intento de juntar doce canciones que la pusiesen en la línea de las nuevas promesas femeninas del AOR internacional.
Y aunque pueda parecer un cambio de registro desde sus días en el conjunto Vanilla Ninja, la verdad es que hay tratamientos de teclados o juegos de ritmos que ya se sentían piezas clave de aquella banda y que en 2014 seguían a la vocalista en esta nueva apuesta. La música de Lenna como Moonland está más asentada en el rock melódico de últimas correrías que en esa mezcla entre Europe, Roxette y Evanescence que llevaba por bandera junto a Katrin Siska y Piret Järvis. Sin embargo, había que reconocerle a Vanilla Ninja ese atesoro de canciones que enganchaban a la primera, con estribillos a todas luces efectivos –algo buscado por Del Vecchio aquí, aunque no siempre conseguido–. Aun así, la vocal y su nueva agrupación alcanzan un notable lucimiento gracias a creaciones como “Cold As Ice”, “Heaven Is To Be Close To You”, “When Love Is Gone” o “Crime Of Love”.
Sin embargo, al no tener continuidad este primer CD, podría tratarse, como ya decía al principio, del típico proyecto de estudio de la escudería Frontiers Records. Por lo tanto, Alessandro tendría entonces material para un trabajo discográfico y no supo en qué manera o de qué forma ponerlo en circulación sin crear –lógicamente, bajo la atenta mirada de Serafino Perugino– esta banda, llamémosla, “fantasma”. Y es que la misma Lenna estaba por aquel 2014 enfrascada en otros proyectos, como por ejemplo la participación en el Eesti Laul (concurso musical realizado en Estonia para escoger al artista que representará al país en Eurovisión). La canción con la que se presentó, titulada “Supernoova”, no solo no pertenecía a lo grabado con Moonland, sino que se decantaba por un folk pop de guitarras melancólicas y un tanto indie. En cualquier caso, lo único importante es que la elección de Kuurmaa como cantante de este larga duración fue totalmente acertada.