Como en los primeros 70, los australianos Robot God van ya en éste año por su segundo disco, quinto en general. Cosas del underground y su libertad. Desde que en el agorero 2020 se estrenaran con "Silver Buddah Dreaming". Le siguieron "Valley of Primordia" (2021), "Worlds Collide" (2022) y éste año, "Portal Within" (Abril de 2024). Poniéndose así al día en su media de disco por año (2023 en blanco). Si éste "Portal Interior" ya era bueno, el sucesor no se queda atrás.
Robot God son de Sydney, y ejercen con indudable inspiración como power trío - heavy psych de incursiones prog, doom, hard, rock blues, occult y demás condimentos relacionados con el actual stoner. Si es que todavía deberíamos llamarlo así. Cada vez tengo más dudas.
Matt Allen (bajo, synths, teclados, voz), Tim Pritchard (batería, teclados) y Raff Iacurto (guitarra, voz, teclados) se las arreglan muy bien con dos largos temas por cara.
"Blind Serpent" (13'09) mezcla tesituras kraut con esencias 90, made in Delerium. La explosión resultante nos lleva al space rock clásico, tanto como a los Monster Magnet del "Dopes to Infinity". Combinan con sapiencia, guitarras anti-gravedad de Manuel Gottsching, muros sónicos de pétrea herencia Dave Wyndorf y sintetizadores depredadores disparados por francotiradores enseñados por Tim Blake. Voz solista y coros muy bien ensamblados. Sección rítmica nuclear y guitarra solista de finísimo calado cosmic-hard. Los cambios se suceden constantes. Con ésta banda no te aburres. Sintes berlineses ponen final al tema.
Ominoso bajo y ambiente apocalíptico nos adentra en "Mandatory Remedy" (8'31), heavy psych actual, paquidermo como un rebaño de mamuts. Colosal. Juggernaut sonoro que mezcla Black Sabbath/ Pentagram/Candlemass, segando inocentes neuronas del oyente con malsana alevosía. Esto rebosa maldad y mala hostia. Pero con elegancia. Y sabiendo cómo se hace. Raff Iacurto es un guitar-hero para el nuevo siglo. Aquí no hay tontadicas.
Damos la vuelta para escuchar el aviso amenazante de "Subconscious Awakening" (11'25), - algo con lo que cuento en la humanidad, iluso de mi-. El prog-doom en todo su cáustico esplendor. Éstos tíos hacen que Ghost suene efectivamente, como Abba. Sin necesidad de ñoñas versiones. Los teclados de los tres miembros contribuyen a ése malsano y claustrofóbico ambiente. Épica real, oscuro hard rock, música ocultista para descreídos y desesperanzados del mundo. Geniales líneas de guitarra que no bajan la tensión Iommi en ningún momento. Majestuosidad decadente.
Campanas de muerte en la final "Sonic Crucifixion" (8'41), dobles guitarras en cruceta venenosa, tríada del diablo, Ennio Morricone en la silla eléctrica, rítmica que propicia descripción, riffs demoledores. Destrucción como sanación. Influencias del primer y maligno Priest. Saturación decibélica que influye en la débil psique de cualquier pazgüato. Densidad sonora controlada. Latigazos cósmicos delay. Homenaje a Randy Holden en la fase final, blues doom que aterroriza.
Junto a su hermano "Portal Within", (otra bestia corrupia!), debería ser un doble álbum. Desde los Radio Moscow del abominable hombre del riff, Parker Griggs, no había escuchado nada igual.
Intenso al máximo, lo de Robot God.
J. J IGLESIAS