Cucamonga fue la localidad donde tuvo su cuartel general durante un tiempo Frank Zappa. El sagaz lector podrá atar cabos rápidamente. Éstos argentinos de Santa Fe, incondicionales freaks del bigotudo genio, editaron su único "Alter Huevo" en 2012, para desaparecer después. Lo que viene siendo una típica Rockliquia de las nuestras.
Tampoco es que sean unos clones zappatistas. Tienen a su santo patrón más como una filosofía musical a seguir. Bruno Rosado (saxos), Mauricio Bernal (piano eléctrico, marimba, acordeón, teclado, percusión), Oscar "Frodo" Peralta (guitarras), Adriano Demartini (bajo, voz) y Julián Mocedo (batería, vibráfono, marimba, glockenspiel, percusión). Con el clarinete invitado de Eugenio Zappa.
Frikolandia se abre de par en par con Cucamonga. Un mundo a descubrir. "Tetascotch" (8'49) inicia el surrealismo circense dadaísta sin complejos y de lleno al tema. Fender Rhodes ofrece swing jazz, juguetones percusiones por doquier y mucho, incalculable gusto y preparación técnica. Cuando quieren se acomodan en el Canterbury más loco y radical y tan campantes. El saxo es sinónimo de elegancia jazzy en un combinado exhaustivo de contínuos sonidos en bombardeo constante. Aquí no te aburres. Guitarra prog de entonación Crimson vintage. Bajo + silencio atrapando atención del oyente. Henry Cow en invocación a la vaca sagrada. Soltura imaginativa al poder. Zappa ríe en el otro plano. Ríe y RIO.
Ritmos de Rubik atraen "El Dengue de la Laguna" (5'35), fascinante cartoon music cerebral a base de Rhodes, saxo y.....dildos at the Toyland. Todo con un gusto que rebosa la media avant prog. Hasta conectar con Samla Mammas Manna sin mucho esfuerzo. "Tu Guaina" (1'56) es una viñeta Dada-percusiva. La Vaca Enriqueta baila entusiasmada en el prado daliniano. Entrante-prólogo a "Variadones sobre tu Hermana" (5'59). Avant chamber rock de ralea contemporánea y estrategia rítmica dominante. Surrealismo recalcitrante que embelesa hasta a profanos. Corral de gallinas parlantes ponedoras de "alter huevos" de oro de sonoridad imposible. La percusión es el verdadero "teclado" en Cucamonga. Y en "Tillana" (6'21) tenemos otro rotundo ejemplo. Deriva en un jazzrockeo impredecible, rico, altamente expresivo. Derrochan materia gris, éstos locos argentos. Aquí con símiles a Simon Steensland o Ensemble Nimbus. Eufórica sensación, densidad instrumental invasiva, expansiva y bienvenida.
Sin que pare la sorpresa, "Cerrazón en el Teyu Cuare" (6'03) transporta a existencialismos de bajos fondos. Drama urbano porteño en las húmedas calles de noche cerrada. Tristeza convertida en ARTE de vanguardia. Depresión Coltrane en un parque de Canterbury, un día gris y nublado. Que remonta la bajona en "Daminguillo" (1'21)......el RIO baja revuelto. Pero poco.
Fin del alucine-alunice con "Aetdanda" (5'59), zappismo en score de Fellini. Riéndose de la puta vida. Acaso lo más hilarante de la creación. Y Cucamonga poniendo la banda sonora apropiada a semejante desquicie, ése que llaman "existencia".
Su granito de arena resultó de masterpiece, boludo.
J.J. IGLESIAS
