Segundo álbum (de cuatro) del seudónimo utilizado por Klaus Schulze, en honor a su admirado Richard Wagner. Fue para su propio sello Innovative Communication. Vehículo que lo introdujo en la década de los 80 como productor, cazatalentos y director del label, grabando a interesantes propuestas : Mickey D's Unicorn, Software, Baffo Banfi, Robert Schőeder, Earthstar, Din A Testbild, P'cock, Lorry, Popol Vuh o Arthur Brown/Vincent Crane, los cuales participaron en el debut de Richard Wahnfried, "Time Actor" (1979/ IC). Éste alias fue un modo de hacer algo distinto, quizá más "comercial" (pero sin volvernos locos) y con la participación de otros músicos. También un modo de no hacerse la competencia con él mismo, con los discos que salían a su nombre en un sello más importante.
"Tonwelle" fue el segundo y más aclamado álbum, (incluso en discotecas se puso!). Lleno de rítmica up-beat y en general, no tan oscuro ni buscando lo trascendental, como en sus trabajos a su propio nombre.
Aquí estaban, además del jefe a la producción y teclados mil, Manuel Gőttsching (guitarra de AshRa), Michael Garvens (voz de Lorry), Mike Shrieve (batería de Santana) y un misterioso Karl Wahnfried, que no era otro que el propio Carlos Santana, escondido por motivos contractuales.
Aclaremos que el álbum iba a 45 rpm.....Yo me lo escuché dos veces a 33 rpm sin enterarme, aunque la voz me sonaba demasiado "extraña"! Y con dos largos temas, uno por cada cara. Tradición kraut que no quede.
"Schwung"/"Momentum" (18'30) eleva el ánimo con etérea voz como un teclado más incorporado al arsenal schulziano. Mientras que el diablo percusivo Shrieve se desenvuelve como "secuenciador orgánico" a las mil maravillas. Placer de dioses escucharlo, verdadero protagonista aquí. Y sí, la guitarra no deja dudas de que a Santana le picó el gusanillo krautie. Lo místico siempre ha sido lo suyo.
Yo creo que Schulze pilló la idea para el Richard Wahnfried project de la serie "Go" de Stomu Yamashta. De hecho estuvo allí colaborando, junto a Mike Shrieve. Y si Yamashta tuvo su mega-guitarra latino-mediterráneo con Al DI Meola, Schulze no quiso ser menos y llamó a Carlos Santana. Blanco y en botella....horchata. La suite es una gozada, llena de momentos y situaciones. Sabor latín rock santanero. Endemoniadas percusiones necesitadas de exorcismos sintetizados electrónicos. Que Schulze se encarga de practicar, como buen exorcista-sintetista. Aunque para nada acapara ni ejerce de protagonista. Dando mucha cancha a los demás instrumentos. Algo que le honra y aporta más a la grabación. Algo así como unos Cosmic Jokers limpios de drogas y organizados, lejos de las artimañas del embaucador-"emboscador", Rolf-Ulrich Káiser.
La guitarra es parte fundamental, con dramáticos duelos Gőttsching-Santana a la manera ácida de San Francisco de unos Cipollina-Duncan. Sintetizadores como maestros de ceremonias. Hiper-técnica percusión, nerviosa y casi Zeuhl. Y la stoned voice de Garvens, para el contrapunto al desquicie de Shrieve. Preciosa y diferente kosmische en distintas perspectivas. Formando un equipo apto para trascender fronteras. El final en fader, adivina una jam mucho más extensa. Lástima de la limitación del vinilo.
Aunque nos queda todavía "Druck" / " Pressure" (17'50) al otro lado. Ahora con más conexión AshRa / Gőttsching, pero sin perder la gloria rítmica de tan excepcional batería. Queda además, la "planante music" schulziana, todavía más realzada si cabe. De algún modo, aquí existe una conexión directa con el famoso "E2-E4" (1984) de Manuel Gőttsching. Una profética visión, fruto del conjunto tour europeo que hicieron ambos músicos en 1981. Si Santana está magnífico, (y fuera de su zona de confort), en la cara A, Gőttsching se encuentra muy cómodo en su hábitat habitual, en la B.
Y "Tonwelle" queda como el disco más destacado de la corta discografía de Richard Wahnfried. Aunque yo recomendaría todos sin dudarlo.
J.J. IGLESIAS