Los belgas Cos grabaron cinco discos entre 1974 y 1983, pero son los tres primeros realmente los que podemos meter en el saco de las rarezas en oposición a todo lo convencional.
La parte de la vocalista Pascale Son, es muy importante y definitoria del estilo, le debe mucho al Zeuhl de Magma pero utilizando letras y sílabas sin sentido. Lo de Magma es un idioma inventado. A medio camino entre el Canterbury a la Henry Cow y el Zeuhl o R.I.O de los franceses Zao, Cos realizan un jazz extravagante y complejo con voces femeninas y extrañas tonalidades avantgarde que podríamos calificar de surrealistas.
No es una banda para todo el mundo eso es evidente. Pero como todo lo raro y diferente tienen su particular encanto para los buscadores de música con salsas extrañas y picantes. La paleta instrumental como es habitual en estos grupos incluye además de teclados, bajo, batería y guitarra a varios percusionistas, clarinete, oboe, saxo, flauta, cello etc.
Postaeolian Train Robbery de 1974 se abre sobre melodías muy peculiares en onda un tanto extraña y acercándose al zeuhl vocal siendo la voz un instrumento más sobre una base jazz rock ligera similar a unos gong o primitivos Hatfield pero mucho más absurdo. El piano eléctrico lleva la parte más representativa y está muy próximo en estilo y forma al Steve Miller de los Caravan del Waterloo Lily.
Hay cosas bastante locas y entretenidas como “Coloc” con nueve minutos de piano guitarra muy activos y ambientes vocales psych-wyatt- maching- mole desatados. Partes instrumentales de modern jazz puro se suceden de forma intercalada.
Con el siguiente disco “Viva Boma” de 1976 la cosa se pone más interesante a la vez que extraña. Este es probablemente su mejor trabajo y el más original. Sinceramente no sé con exactitud donde encuadrarlo. Los ritmos y tiempos vuelven a recordarme mucho a los Matching Mole con algo de Hatfield y bastante experimentación muy acorde con los tiempos y las influencias absorbidas de su época.
“ L´idiot León” es muy próximo a los sonidos de teclado clásico canterburiano muy Dave Stewart. Bonita y original pieza. La más Hatfield de todas.
“Babel” de 1978 se aproxima en parte al Magma de esa época mucho jazz –rock, histrionismos, algo de funk y bastante menos canterbury que en los anteriores y más hacia el RIO aunque la última pieza “Greneldo” tiene casi un trasfondo de sonido disco funk setentero que desentona bastante.
A partir de este momento la banda se dirigiría hacia caminos chocantes, con un sonido más previsible y comercial con toques funkys, africanos, étnicos etc… aunque manteniendo lo bizarro en las voces. Un grupo rarito al gusto del consumidor.