Como ya va acabando el año, y a todos nos gusta hacer más o menos un balance, os traigo por aquí a una banda de reciente cuño. No suelo hacerlo, a no ser que su calidad desborde el simplemente "están majos", y me hayan transmitido esencias como mínimo, tan buenas como en los 70. Éste quinteto alemán de Muhldorf, Bavaria, de aspecto hippie recién salidos del sello Brain (si existiera), son : Máx Schorghuber y Bernhard Huber (ambos guitarras, percusiones y voz), Axel Hackner (órgano, sintetizadores, voz), Jonas Kollenda (bajo, contrabajo, voz) y Bastian Schuhbeck (batería, percusión, vibrafono, lap steel y voz).
Su homónimo debut salió el año pasado por su cuenta, pero yo los descubrí recientemente. Es un artefacto que chorrea retro-kraut con la veracidad suficiente como para quitarle el "retro". Porque éstos tíos creen firmemente en ésta música, y dudo que "recreen" nada. Como se advierte en las primeras notas de "Phrygian Youth" (7'28), donde la melodía dirigida por el órgano nos lleva a los primeros tiempos de Jane. Guitarras planeantes, contestadas por teclados muy Bardens, (o de orientación jazzy), conforman un sólido tema hard prog que podía datar del 71 perfectamente.
"Beteigeuze Part 1" (15'41), con una intro que emula un clavicordio, recuerda a momentos gloriosos de ELP. Aunque su posterior desarrollo esté más cerca de paisanos suyos como Schicke, Fuhrs & Frohling o Tritonus. Fuerte fiebre mellotronica, bajos de gordo percutado Rickenbaker, devaneos jazz free e "improvisaciones preparadas" , que te recordarán a los King Crimson de "Lizard". O a los franceses Shylock. O a los acthales Anglagard. La maestría orfebre de éstas estructuras no parecen ni por lo más remoto que pertenezcan a un primer disco. Pero asi es. Estos tíos se salen de la norma. Vuelve el sonido de clave para terminar ésta primera parte.
La segunda, de casi 10 mts, cuida el apartado vocal como unos Flower Kings, pero amueblan tirando para casa al estilo de Grobschnitt. Es otro derroche de lirismo guitarristico en complicidad con el órgano, y una atenta sección de ritmo muy imaginativa.
La tercera parte de "Beteigeuze" (17'11) tiene un poso escandinavo absoluto. Los mencionados Anglagard, Anekdoten o Gargamel, en igualdad de condiciones para Karakorum. El reinado analógico campa a sus anchas, en imprevisibles cambios y siniestros pasajes de densa oscuridad progresiva. Que gozada, brothers. Para colmo, la voz solista ( ignoro quién es), gusta claramente del estilo de John Wetton. La pasión por estas músicas resplandece en éste grupo.
Que finalizan con otra joya (más), en "Fairy Tales" (14'26) ; sobreexponiendo el legado kraut heredado de McChurch Soundroom, Message, Nektar (sí, ya sé. ...), Necronomicon, Drosselbart, Eulenspygel, Gomorrah o Gift. Mucho tomate.
Este año han visto editado su primer álbum oficial, titulado evidentemente, "Beteigeuze" (2017 / Tonzonen). Masterizado por la leyenda Eroc (Grobschnitt), y editado en vinilo de color en cantidad de 500 copias. Éste consta únicamente de las tres partes incluidas en el autofinanciado previo, si bien la tercera parte sube de minutaje hasta los 24 mts. Cualquiera de las dos ediciones me vale para considerarlo mejor disco del año, y eso que la cosecha ha estado florida. Tienen el nombre apropiado. Creativamente, estos alemanes ya están en la cima.
J.J. IGLESIAS
Temas
1. Phrygian Youth
2. Beteigeuze Pt. I
3. Beteigeuze Pt. II
4. Beteigeuze Pt. III
5. Fairytales
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