Por primera vez desde tres décadas atrás vuelven a aparecer voces en un disco de Isildurs Bane, siendo éste trabajo un completo antagonista con el volumen anterior. Del jazz free improvisado a perfectas y originales composiciones, difíciles de encuadrar en cualquier estilo. Del refinamiento clasicista y la sofisticación más absoluta al retorcimiento y la oscuridad casi crimsoniana de la época Thrak en algunas partes.
Pero Isildurs son demasiado sibaritas para parecerse a nadie y la música en general es de difícil clasificación. Van del lirismo absoluto al retorcimiento y la aspereza como si nada. Quieren tocar diferentes palos y este es en realidad un disco completamente “progresivo” en el sentido literal del término.
El álbum se compone de cuatro mini suites dispares con cuatro subdivisiones cada una: “Here”, “Hope”, “Fear” y “Pass” la única pega es que a veces suenan a demasiado “prog modernillo” depresivo y algo snob, pero esto es un apunte personal dada mi alergia a ciertas bandas insoportables que no cito porque considero que es irrelevante. A ratos es un disco perfectamente aburrido en otras asoman brillos de genialidad. Se alternan una voz femenina y otra masculina y los estados de ánimo cambian a ratos, aunque predomina en hundimiento y la abulia de habitación poco ventilada y de luz mortecina. Yo sé que este disco va a gustar más a las generaciones más post-alternative-progressive-rock, es decir a los más jóvenes.
Quisiera destacar de la suite “Fear” los ocho mtos de “Idea” quizás dentro de la línea “moderna” que en este disco ejecutan, es lo más interesante y lo mejor desarrollado, aunque tiran a veces peligrosamente hacia el “pop elegante” pero bueno no quiero ponerme “tikismikis” (expresión aragonesa…?) porque los tíos lo hacen francamente bien a años luz de lo mediocre y lo barato.
En definitiva, el vol 4 de Mind es otro capricho de los suecos para demostrar que su música puede abarcar caminos muy diferentes y variados. Hay partes del disco que me encantan y otras me hacen bostezar, algo parecido a la vida cotidiana, aunque en este sentido hay pocas cosas encantadoras y pasados los 60 años y próximo a la tercera edad (¡que bonito!) solo sirven para confirmar el fraude y la mentira de la vida.
Alberto Torró
El álbum se compone de cuatro mini suites dispares con cuatro subdivisiones cada una: “Here”, “Hope”, “Fear” y “Pass” la única pega es que a veces suenan a demasiado “prog modernillo” depresivo y algo snob, pero esto es un apunte personal dada mi alergia a ciertas bandas insoportables que no cito porque considero que es irrelevante. A ratos es un disco perfectamente aburrido en otras asoman brillos de genialidad. Se alternan una voz femenina y otra masculina y los estados de ánimo cambian a ratos, aunque predomina en hundimiento y la abulia de habitación poco ventilada y de luz mortecina. Yo sé que este disco va a gustar más a las generaciones más post-alternative-progressive-rock, es decir a los más jóvenes.
En definitiva, el vol 4 de Mind es otro capricho de los suecos para demostrar que su música puede abarcar caminos muy diferentes y variados. Hay partes del disco que me encantan y otras me hacen bostezar, algo parecido a la vida cotidiana, aunque en este sentido hay pocas cosas encantadoras y pasados los 60 años y próximo a la tercera edad (¡que bonito!) solo sirven para confirmar el fraude y la mentira de la vida.
Alberto Torró