Discos como éste son la razón de ser de Rockliquias. Se trata de una auténtica reliquia rock de primer orden, recién reeditada por los expertos rescatadores de Lleida, Guerssen. Cuánto bien le están haciendo a la historia más desconocida del rock.
Stack fueron un quinteto procedente del sur de California. Cuyas raíces, consecuentemente, estaban en combos de surf music de los 60. Allá por 1968 se reúnen para incendiar escenarios con el más abrasivo hard rock del momento. Parecen más bien de Detroit. Rick Gould (guitarra solista, voz), Kurt Feierabend (guitarra rítmica, voz), Bill Sheppard (voz solista), Bob Ellis (batería) y Buddy Clark (bajo).
No se puede decir que no se codearan con los grandes : Buffalo Springfield, Three Dog Night, Iron Butterfly, Alice Cooper (asiduos compartiendo escenario), Flying Burrito Brothers, New Yardibirds (Led Zeppelin, de hecho) o su primer concierto grande, que fue junto a Spirit. El mismo Jimi Hendrix utilizó su equipo para una improvisada jam junto a Buddy Miles, Joe Lala y otros sospechosos habituales. La lista de ilustres (menos conocidos) con los que tocan prosigue : Blues Image, Illinois Speed Press, The Hook, Sweetwater, Focus (?!), CK Strong, Rockin Foo....
Consiguen grabar privadamente en un estudio profesional y salen algunas copias, (de las que hoy se conocen tan sólo una decena!). Nada menos que Columbia, se interesa en su disco. Graban un jingle y un anuncio de Pepsi para tv, que nunca vieron. Ponen música a la película "Wild in the Streets". Todo parece ir bien. Pero el management no supo abrir las puertas adecuadas. Y la competencia era feroz. Al final, decepción, frustración y separación. Una pena.
Queda "Above All". Monstruo heavy psych digno competidor de Blue Cheer, pero con un curioso sabor a The Who. Ésa rítmica rascando a cuchilla, en el más puro estilo Townshend, un cantante tan poderoso como melódico o un ritmo alocado y dislocante, los hermana fidedignamente. Una apocalíptica solista pone la rúbrica. El clásico de Lieber /Stoller, "Poison Ivy", define en su versión perfectamente su sonido. Es hard psicodélico que burbujea en el momento adecuado, como "Only Forever", que presenta vibración ideal de esos días. Feedback tremebundo, coral de épica emocional y acústicas que se escuchan nítidamente entre todo ése kilombo rítmico. Un blues desesperado (y de rigor) cae con "Da Blues" (6'54). No muy lejos de Frijid Pink, Bloodrock o Big Brother & Ernie Joseph. "Cars" despide la primera cara con otro tortazo proto-punk, que podría estar en "Quadrophenia". No creo que hubiera en USA en esos momentos una banda más similar a la metralla de The Who. Y a un nivel parecido.
En la cara B, "Everyday" (6'30) mantiene ése hábil equilibrio entre melodía y tensión cañera. Algo que Stack siempre resuelve con éxito. El solo de Rick Gould se pone en pole position con Ted Nugent en Amboy Dukes o Dick Wagner en Frost. Algo tremendo. Que continúa en píldoras ácidas más breves, pero igual de letales : "Valleys" (Grand Funk Railroad encantados de acogerla en su primer repertorio!). "Timer Seller" (maravilla psych!) y "Hot Days" (SRC en la marmita del LSD). Tenemos bonus track (hay puristas que no gustan de éste proceder, pero aquí tienen una excepción), "Do it", puro Pretty Things. Gloriosa.
Acorde a los tiempos, el disco iba a ser promocionado en la isla de Alcatraz con una gran fiesta, actuación de Stack y toda la prensa invitada. Demasiada pasta, dijo Columbia. Y no pudo ser. Quizá la lanzadera que les hubiera llevado a ser hoy, uno de los grandes de su tiempo.
"Fue una era sin demasiadas reglas", dice hoy un miembro de la banda. Y eso quizá les perjudicó.
J.J. IGLESIAS
