Habiéndose formado de las cenizas de los psicodélicos ART, Spooky Tooth nació en 1967 con muchas idas y venidas de personal. Incluida una separación en 1970 que dejaba, en mi particular opinión, una carrera llena de prisas y altibajos.
Más consistente, aunque incomprensiblemente de menor repercusión, es tenida en cuenta su vuelta en 1973, con "You Broke My Heart So I Busted Your Jaw ". Al que le seguirán "Witness" ese mismo año, (lo de las prisas seguía), y "The Mirror" (1974). Para entonces tan sólo Gary Wright (cantante solista y teclados), quedaba de la formación original. Mike Patto era el cantante solista, famoso por las bandas Patto y Boxer. También era batería, percusionista y le daba al electric piano, clavinet y órgano. Un tal Mick Jones estaba a la guitarra y voces (venía de la Leslie West Band). Bryson Graham era ya un veterano batería que había tocado junto a Patrick Moraz en Mainhorse. Y Val Burke se encargaba del bajo, coros y ocasional voz solista. Tres voces solistas. Tres percusionistas (Jones incluido). Dos teclistas. Una banda nueva. De la que tan sólo Wright y Jones permanecen desde el año anterior, con "Witness". Evidentemente, un sonido nuevo también. Es 1974, pero la convicción y miras de futuro de éstos Spooky Tooth eran ya clarificadoras. "Fantasy Satisfier" es un pedazo de temon hard con estribillo pomper lleno de coral galáctica. Está compuesto por Wright / Jones, que con Patto, serán los principales cerebros en composición del album.
"Two Time Love" escoge orientación Purple del "Come Taste the Band", (estaban en su misma situación ), con voz a la Hughes y órgano Lord, más sustento funk en el ritmo, como es natural. "Kyle" es la power ballad tal y como se concebirá unos años más tarde bajo el tiránico imperio FM, si bien la influencia Procol Harum es acusada. "Woman and Gold" vuelve a esa tendencia Hard Rock Funk que pondría de moda Deep Purple en los últimos años 70. También la Ian Gillan Band. Aquí Spooky Tooth lo bordan, con pulso seguro guitarrero y teclados / Hammond apabullantes. Mientras el ritmo casi les come el protagonismo en superioridad destacable. Otra maravilla a descubrir. La misma fórmula anterior, añadiendo blues-hard y armonías vocales delicatessen, lleva "Higher Circles". Su interludio instrumental roza de nuevo el Pomp, porque el residuo progresivo está todavía patente. De hecho todos provienen de ése género. Como demuestra el final del tema y de la cara.
Para la B, "Hell or High Water" usa en la intro el talking box, curioso gadget setentas popularizado por Peter Frampton, que también solía usar Gary Wright. La orientación americana del tema nos acerca a Kansas en su excelente tratamiento coral, órgano predominante, guitarra en división de honor, y ritmos hard rock descarados. Cada vez estaba más claro el destino musical que se estaba creando e inventando. "I'm Alive" comienza como un clásico de Traffic, pero estamos abriendo nuevas puertas en percepción rockera. Y esto tira, en sus estribillos generosamente vocales y frescas melodías, hacia el nuevo reinado de la radio que se avecina. No olvidan las guitarras musculosas, rodeadas de inmensa teclistica......un nuevo estilo que se está definiendo con fuerza y majestuosidad a la par.
Enlazada con la anterior por unas scholzianas acústicas, "The Mirror" es el ejemplo claro, la prueba concluyente, de que aquí está la semilla de la que brotara el sonido y estilo Foreigner. Puro Pomp en toda su gloria y esplendor que igual lo puedes equiparar a lo más solemne de Uriah Heep, como a una nueva banda que reventara USA con su homónimo debut, en 1977, llevando a Mick Jones en sus filas. Un prodigio de canción con los característicos teclados de Wright, (que le harán triunfar posteriormente en EEUU), la elegancia a las cuerdas de Jones, y una voz torrencial, la del tempranamente desaparecido Míke Patto, que quién sabe si no hubiera acabado en Foreigner. Viendo el parecido vocal con un desconocido Lou Grammatico, por entonces todavía en Black Sheep.
Terminamos con "The Hoofer", una dosis de Hard Rock de orientación Soul bien cocinada, quizá también pensada para el mercado americano. Lo que está fuera de toda duda es la manifiesta calidad de un album, poco menos que olvidado. "The Mirror" fue el último episodio de Spooky Tooth. Pero casi con seguridad puedo decir hacia donde hubieran tirado, de haber seguido en el negocio. Y no se aleja mucho del primer album de Foreigner.
J.J. IGLESIAS