Partimos de las cenizas de los hard proggers canadienses, Dillinger. Pero también de ésos adorables majaretas llamados Max Webster. Paul Cockburn (guitarra, voz) y Jacques Harrison (teclados, voz solista, flauta) eran de los primeros y Paul Kersey (batería), de los segundos. Completaban Gerry Mosby (bajo, teclados, voz) y Brian Gagnon (voz solista, bajo).
Efímero quinteto, que pronto será un definitivo power trío, y los posteriores discos "Back on the Hunt" (80) y " The Thrill of the Kill" (82).
El primero de The Hunt es cosa seria. No quiero decir que los otros dos, no. Pero éste debut llevaba miga de pan de pueblo.
"I was only Dreaming" (4'39) comienza como si en Kansas tocara Ian Anderson. Y con ésa característica voz aguda a lo Robert Plant, de ésas que luego se han criticado por sistema (Granicus, Kingdom Come, Greta Van Fleet, Crown Islands....). Como si cantar agudo fuera derecho y propiedad de un sólo cantante en el mundo. Con The Hunt tenemos un ejemplo más de molón pomp prog canadiense en Premium League. Porque en ése país, lo es. Con un bajo como patadas de Gorgón y un todo sónico que empequeñece al oyente hasta hacerlo diminuto, microscópico.
"A Song for a New Day" (6'00) empasta nerviosas teclas con grupal combo en total posesión de la pelota Triumph-Teaze-Zon. Maravillan sin despeinarse.
Y a por otra canción "triunfante" vamos con "Little Miss Perfection", encadenada mediante salvaje Hammond a "I Want to be King" (8'07). Justo sería situar tal hazaña portentosa entre la etapa "Just a Game"/ "Progression of Power" de Triumph. Casi nada lo que he dicho. Cierto. Corales majestic tipo Bighorn y sonoridad sophisto-hard con teclas a la Jon Lord. Desorbitada rola, de las que hoy escasean en el rock musculoso.
Cara B y "Faces" (5'30) se pone en cabeza con ilustres del país como sus antepasados Dillinger y Max Webster, Goddo, Stonebolt, Klaatu, Aerial o Prism. En "Billy" (3'00) adelantan himno hair metal 80s, si bien la base podría estar en Head East. Lo mismo, pero con Grand Funk Railroad vibes de aquellos días, traerá "Send me Away" (5'30). Siempre visto desde unas lentes (progresivas) pomp, bien limpias y claras. Lo que es describir un capítulo glorioso del rock americano. Y como alguno en el grupo debía ser de habla francófona (y un hortera de cuidado), se marcan la inetiquetable "On Revient (Tout le Temps)" (5'20).....Que parece una rumba catalana de Peret, pero cantada en francés. Tiene un estribillo pasable que casi la salva del surrealismo kitsch, (casi, digo). Ésta sobraba.
Final de trayecto con la muy bonita "Sad Song" (4'00) en nostálgica West Coast de destellos Styx, Alessi, Couchois o sus paisanos Ken Tobias/Ian Thomas Band.
Un pedazo de álbum en definitiva, que prometía una gran banda en ciernes. Como trío, se quedaron a mitad de trayecto.
Altamente recomendado.
J.J. IGLESIAS