Hay momentos en la vida de una persona en los que resulta inevitable sufrir un flechazo en el mundo del arte. Puede ocurrir con el film de ciencia-ficción de Kubrick "2.001: Una Odisea en el Espacio", con la novela negra de Richard Stark "A Quemarropa" o con el cuadro "cubista-analítico" de Feininger "La Señora de Malva".
Esos diversos elementos reflejan nuestros valores y buenos gustos a la hora de hablar sobre el arte y el talento que se expresa en ello.
Así que con la música pasa igual. Uno puede quedar maravillado con el 4.º movimiento de la 9.ª sinfonía de Beethoven o con las sensibles notas de "...While my Guitar Gently Weeps" de los Beatles.
...Pues justo eso me pasó a mí cuando escuché este disco. Disco que encontré hace unos dos meses y que creo que he escuchado demasiadas veces para el tiempo que ha pasado desde entonces. Pero es que lo merece, desde luego.
Aunque para hablar de él primero hay que escarbar en la Historia, saber quién es su artífice y el hombre que formó la banda que lo desempeña, Broken Glass...y hablamos de Stanley F. Webb.
Este experimentado guitarrista/vocalista nació en el Suroeste de Londres, en Fulham, y llegó a ser parte nada menos que de la primera alineación de la banda de "blues" Chicken Shack, formada en 1.965 junto a Andy Silvester y Alan Morley.
En el '68, Chris Perfect se une y Dave Bidwell sustituye al otro batería Morley y juntos sacaron bajo el sello Blue Horizon Records "Forty Blue Fingers, Freshly Packed and Ready to Serve", que llegó al puesto 12, cuando el "R&B" pegaba fuerte en Inglaterra. Ese grupo, con innumerables cambios en la formación continuó acumulando buenos álbumes de ritmos "blues" en su discografía.
Más tarde en el '71 Silvester y Bidwell se mudan a las filas de otra formación de "blues" que también estaba empezando a cosechar cierto éxito, Savoy Brown, una que vio un auténtico ir y venir de cambios (por donde pasó gente como Martin Stone, Dave Peverett, Bill Bruford, Robert Hall, Roger Earl o Paul Raymond) y en la que el propio Webb fue guitarrista y vocalista para el LP "Boogie Brothers" que saldría en el '74.
Con ese ritmo de vida, de proyecto en proyecto, cual alegre abeja libando néctar yendo de flor en flor, Webb decide desmarcarse de otras bandas y crear la suya en un alarde de inspiración.
Y así llegamos aquí, a 1.975. Webb se marchó de Savoy Brown y se reunió con Rob Rawlinson (Ian Hunter Band) al bajo, Rob Blunt (Silverhead) y Miller Anderson (Dog Soldier) a las guitarras y Mac Poole (Warhorse) a la batería y bajo la producción de Edward Anthony Ashton y el sello Capitol Records editaron un único álbum, uno. Pero es uno que vale para recordarse por siempre, para definir el "rock" en el año 1.975 junto a otras joyas como "Caught in the Act", "Sabotage", "High Voltage", "Hair of the Dog" o "Force It", por nombrar sólo unos pocos.
Este "Broken Glass" es un álbum del que te enamoras al instante, sin duda. Teniendo en cuenta el origen de la alineación de músicos que hay aquí el resultado seguro que será bueno y, sobre todo, muy disfrutable y entretenido.
Lo es, porque lo que encontramos aquí es un cúmulo de buen "feeling" y sonidos que te llevan a diversos rincones setenteros del mundo de la música, pasando por "rock", "blues", "country" y hasta "funky", y que te recuerdan a FACES a ratos, a Grand Funk Railroad a veces, a J.J. Cale en alguna ocasión, a Creedence Clearwater Revival escuchando bien...
En fin, al buen "rock" de siempre, al de toda la vida, al que te hace moverte, al que te pone las pilas, al que sobrevive por encima de tendencias y modas absurdas...al que te gusta sí o sí.
Y eso lo tenemos en las dinámicas "Standing On the Border" y "Crying Smiling", con Webb sonando enteramente como Rod Stewart; "Take the Water", que nos transporta a las tierras sureñas de Lynyrd Skynyrd y la muy pegadiza "It's Alright", con ecos de los escoceses Stealers Wheel y que, de algún modo, presagiaba lo que iban a hacer Dire Straits unos años más tarde.
"Jersey Lightning" nos da un animado, directo y entrañable "country rock" en la más pura línea americana de CCR para luego seguirle una dura "It's Evil!", que puede inevitablemente recordarnos al cruento "rock" de CACTUS, por ejemplo.
La preciosa "Broken Glass" cierra el disco con una voz nasal y una melodía exquisita que parece sacada del "Stand Up" de Jethro Tull, pudiendo ser una lejana pariente de aquella "Back to the Family".
Aunque yo destaco tres por encima de todas:
-Primero una extraña aunque entretenida "Keep your Love", una genial muestra de alegre "rock", "soul" y "reggae" de la que Bob Marley y Joe Hicks estarían orgullosos a partes iguales. Es difícil no relajarse e incluso entrar en fase REM con las buenas vibraciones del profundo ritmo del bajo, los coros y la suave voz de Webb en este comercial corte sin ningún desperdicio.
-Luego "Ain't no Magic", un espeso tema de retazos "funk" sobre una base repetitiva, ritmos y melodías bailables y a la vez experimentales, y una atmósfera levitante, intensa si se prefiere, que consiguen que sus 5 minutos se pasen muy rápidamente. Además, prestando atención y escudriñando en lo que se está oyendo esta composición podría ser un presagio de géneros tan distantes como el "garage rock", el "space rock", el "grunge" o hasta el mismísimo "stoner" que se pondrían de moda en los '90 emulando a la psicodelia setentera.
-Y por último el mejor: el añejo "blues" de Humble Pie que se encuentra en "Can't Keep you Satisfied", tema que pondría los pelos de punta a Steve Marriott, Leslie West o Rick Danko. Esta es una canción con energía infinita que se mueve lenta pero agresivamente entre crudas guitarras, perfectos teclados y una rasposa voz que nos hace respirar la atmósfera "rockera" de los pubs californianos: sus olores de humo y whiskey, de sudor resbalando por los mástiles de las guitarras, del calor que desprendían los amplificadores, de la electricidad y distorsión que se pegaba en las correosas paredes, etc.
Razones más que suficientes hay para acercarse a esta auténtica obra maestra, porque no se la puede llamar de otra manera, descubrirla paso a paso y asimilarla mientras se escuchan una multitud de ramificaciones musicales en sus 39:25 minutos, que se pasan volando, y que te hacen volver a querer escucharla.
No es que la venta de este disco fuese masiva, porque la promoción del mismo fue bastante limitada, así que Webb volvió con sus antiguos compañeros de Chicken Shack...
¡aun así!...sería una auténtica lástima no buscar este disco tan irrepetible, tan ingenioso y tan variado, porque es de esos que enganchan, que si se recuerdan es por algo, que te gustan y que no llegan muchas veces a nuestros oídos.
Es de esos que hay que escuchar antes de morir...y no exagero para nada.
Mientras, Webb, ya con 69 años, sigue demostrando aún ser un genio de la guitarra como lo hizo en su álbum en solitario de 2.001. Y es que, por muchos grupillos y personajillos que siguen saliendo hoy en día, y que los ignorantes y difamadores del mal gusto les dan el nombre de "artistas" (podría hincharme a decir, pero no viene al caso), jamás se podrá olvidar a verdaderos artistas como el que nos ha ocupado hoy y a otros muchos de su época que hicieron historia, a miles de años luz de la pobredumbre musical que hay actualmente a nuestro alrededor.
Esos diversos elementos reflejan nuestros valores y buenos gustos a la hora de hablar sobre el arte y el talento que se expresa en ello.
Así que con la música pasa igual. Uno puede quedar maravillado con el 4.º movimiento de la 9.ª sinfonía de Beethoven o con las sensibles notas de "...While my Guitar Gently Weeps" de los Beatles.
...Pues justo eso me pasó a mí cuando escuché este disco. Disco que encontré hace unos dos meses y que creo que he escuchado demasiadas veces para el tiempo que ha pasado desde entonces. Pero es que lo merece, desde luego.
Este experimentado guitarrista/vocalista nació en el Suroeste de Londres, en Fulham, y llegó a ser parte nada menos que de la primera alineación de la banda de "blues" Chicken Shack, formada en 1.965 junto a Andy Silvester y Alan Morley.
En el '68, Chris Perfect se une y Dave Bidwell sustituye al otro batería Morley y juntos sacaron bajo el sello Blue Horizon Records "Forty Blue Fingers, Freshly Packed and Ready to Serve", que llegó al puesto 12, cuando el "R&B" pegaba fuerte en Inglaterra. Ese grupo, con innumerables cambios en la formación continuó acumulando buenos álbumes de ritmos "blues" en su discografía.
Más tarde en el '71 Silvester y Bidwell se mudan a las filas de otra formación de "blues" que también estaba empezando a cosechar cierto éxito, Savoy Brown, una que vio un auténtico ir y venir de cambios (por donde pasó gente como Martin Stone, Dave Peverett, Bill Bruford, Robert Hall, Roger Earl o Paul Raymond) y en la que el propio Webb fue guitarrista y vocalista para el LP "Boogie Brothers" que saldría en el '74.
Con ese ritmo de vida, de proyecto en proyecto, cual alegre abeja libando néctar yendo de flor en flor, Webb decide desmarcarse de otras bandas y crear la suya en un alarde de inspiración.
Y así llegamos aquí, a 1.975. Webb se marchó de Savoy Brown y se reunió con Rob Rawlinson (Ian Hunter Band) al bajo, Rob Blunt (Silverhead) y Miller Anderson (Dog Soldier) a las guitarras y Mac Poole (Warhorse) a la batería y bajo la producción de Edward Anthony Ashton y el sello Capitol Records editaron un único álbum, uno. Pero es uno que vale para recordarse por siempre, para definir el "rock" en el año 1.975 junto a otras joyas como "Caught in the Act", "Sabotage", "High Voltage", "Hair of the Dog" o "Force It", por nombrar sólo unos pocos.
Lo es, porque lo que encontramos aquí es un cúmulo de buen "feeling" y sonidos que te llevan a diversos rincones setenteros del mundo de la música, pasando por "rock", "blues", "country" y hasta "funky", y que te recuerdan a FACES a ratos, a Grand Funk Railroad a veces, a J.J. Cale en alguna ocasión, a Creedence Clearwater Revival escuchando bien...
En fin, al buen "rock" de siempre, al de toda la vida, al que te hace moverte, al que te pone las pilas, al que sobrevive por encima de tendencias y modas absurdas...al que te gusta sí o sí.
Y eso lo tenemos en las dinámicas "Standing On the Border" y "Crying Smiling", con Webb sonando enteramente como Rod Stewart; "Take the Water", que nos transporta a las tierras sureñas de Lynyrd Skynyrd y la muy pegadiza "It's Alright", con ecos de los escoceses Stealers Wheel y que, de algún modo, presagiaba lo que iban a hacer Dire Straits unos años más tarde.
"Jersey Lightning" nos da un animado, directo y entrañable "country rock" en la más pura línea americana de CCR para luego seguirle una dura "It's Evil!", que puede inevitablemente recordarnos al cruento "rock" de CACTUS, por ejemplo.
La preciosa "Broken Glass" cierra el disco con una voz nasal y una melodía exquisita que parece sacada del "Stand Up" de Jethro Tull, pudiendo ser una lejana pariente de aquella "Back to the Family".
Aunque yo destaco tres por encima de todas:
-Primero una extraña aunque entretenida "Keep your Love", una genial muestra de alegre "rock", "soul" y "reggae" de la que Bob Marley y Joe Hicks estarían orgullosos a partes iguales. Es difícil no relajarse e incluso entrar en fase REM con las buenas vibraciones del profundo ritmo del bajo, los coros y la suave voz de Webb en este comercial corte sin ningún desperdicio.
-Luego "Ain't no Magic", un espeso tema de retazos "funk" sobre una base repetitiva, ritmos y melodías bailables y a la vez experimentales, y una atmósfera levitante, intensa si se prefiere, que consiguen que sus 5 minutos se pasen muy rápidamente. Además, prestando atención y escudriñando en lo que se está oyendo esta composición podría ser un presagio de géneros tan distantes como el "garage rock", el "space rock", el "grunge" o hasta el mismísimo "stoner" que se pondrían de moda en los '90 emulando a la psicodelia setentera.
-Y por último el mejor: el añejo "blues" de Humble Pie que se encuentra en "Can't Keep you Satisfied", tema que pondría los pelos de punta a Steve Marriott, Leslie West o Rick Danko. Esta es una canción con energía infinita que se mueve lenta pero agresivamente entre crudas guitarras, perfectos teclados y una rasposa voz que nos hace respirar la atmósfera "rockera" de los pubs californianos: sus olores de humo y whiskey, de sudor resbalando por los mástiles de las guitarras, del calor que desprendían los amplificadores, de la electricidad y distorsión que se pegaba en las correosas paredes, etc.
Razones más que suficientes hay para acercarse a esta auténtica obra maestra, porque no se la puede llamar de otra manera, descubrirla paso a paso y asimilarla mientras se escuchan una multitud de ramificaciones musicales en sus 39:25 minutos, que se pasan volando, y que te hacen volver a querer escucharla.
No es que la venta de este disco fuese masiva, porque la promoción del mismo fue bastante limitada, así que Webb volvió con sus antiguos compañeros de Chicken Shack...
¡aun así!...sería una auténtica lástima no buscar este disco tan irrepetible, tan ingenioso y tan variado, porque es de esos que enganchan, que si se recuerdan es por algo, que te gustan y que no llegan muchas veces a nuestros oídos.
Es de esos que hay que escuchar antes de morir...y no exagero para nada.
Mientras, Webb, ya con 69 años, sigue demostrando aún ser un genio de la guitarra como lo hizo en su álbum en solitario de 2.001. Y es que, por muchos grupillos y personajillos que siguen saliendo hoy en día, y que los ignorantes y difamadores del mal gusto les dan el nombre de "artistas" (podría hincharme a decir, pero no viene al caso), jamás se podrá olvidar a verdaderos artistas como el que nos ha ocupado hoy y a otros muchos de su época que hicieron historia, a miles de años luz de la pobredumbre musical que hay actualmente a nuestro alrededor.
Temas
1 Standing On The Border
2 It's Alright
3 Keep Your Love
4 Can't Keep You Satisfied
5 Jersey Lightning
6 It's Evil
7 Ain't No Magic
8 Crying Smiling
9 Take The Water
10 Broken Glass
Formación
Miller Anderson : guitarra, voz
Rob Rawlinson: bajo
Mac Poole: batería
Robbie Blunt: guitarra
Tony Ashton: teclados
Stan Webb : guitarra, voz